El próximo 6 de junio, millones de personas ejercerán su voto para elegir autoridades en diferentes niveles del gobierno. En estas elecciones participarán varias figuras, como los electores, los observadores, los representantes de partido y los representantes o funcionarios de casilla.
En el caso de los funcionarios de casilla, éstos son ciudadanos seleccionados mediante un sorteo y capacitados por el INE para integrar las mesas directivas de casilla. Cada casilla está formada por nueve funcionarios: seis propietarios (presidente, dos secretarios y tres escrutadores) y tres suplentes generales.
En el caso del presidente, ésta es la persona con el mayor grado académico, y se encarga de recibir todo el material electoral, además de verificar que las boletas estén completas y que haya orden en la casilla. También tiene la facultad de suspender la votación en caso de irregularidades y de retirar la casilla si se altera el orden.
El secretario es el que cuenta las boletas electorales antes de que inicie la votación, además de que anota los números de folio. Asimismo, comprueba que los nombres de los electores estén en la lista.
Los escrutadores se encargan de contar los votos en las urnas y de que el número de personas que votaron coincida con la lista nominal.
El día de la jornada electoral, los funcionarios de casilla son considerados autoridad electoral. Deben presentar su nombramiento y portar su credencial para votar dentro de un gafete proporcionado por el INE.
Entre las funciones de los representantes de casilla se encuentran:
- Instalar la casilla.
- Recibir la votación.
- Realizar la clasificación y el conteo de los votos.
- Realizar el llenado de las actas.
- Publicar los resultados y clausurar la casilla.
- Permanecer en la casilla desde su instalación hasta su clausura.
En pocas palabras, los funcionarios de casilla son responsables de hacer valer y respetar el voto ciudadano.
Se cree que esta elección será la más grande de la historia, porque hay 95 millones de electores registrados. Por eso, se convocará a cerca de millón y medio de personas para que sean funcionarios de casilla.
