Conócete y vive mejor

por Verónica Aguirre
Entrar en contacto con tu esencia te permitirá saber que la base de la superación personal y el crecimiento interior se encuentran dentro de ti. Conócete y vive mejor.

Si no nos conocemos plenamente, nuestra percepción exagerada y errónea del “yo”, de los demás, de los acontecimientos externos y de las cosas físicas nos perjudicará tarde o temprano. Hasta nuestros sentidos nos engañan, induciéndonos al apego y a acciones negativas que difícilmente nos aportarán algo en el futuro.

El verdadero conocimiento de nosotros mismos implica sacar a la luz y hacer frente a las percepciones erróneas que mantenemos. El objetivo es descubrir de qué modo generamos problemas y aprender a actuar de raíz ante las ideas contraproducentes.

Así pues, el conocimiento de sí mismo constituye la clave del desarrollo personal y las relaciones positivas, porque aprendemos a poner la visión penetrante al servicio del amor, y el amor al servicio de la visión penetrante.

Preparar una visión

El origen de muchos problemas en el mundo son los efectos de nuestras propias emociones contraproducentes, no sólo a un nivel superficial, sino en profundidad. La complejidad radica en que desconocemos la causa fundamental de esas emociones dañinas y cómo abordarlas de forma provechosa.

Conocer nuestras fortalezas y debilidades es fundamental para proyectar nuestra vida, porque no podemos construir sobre un terreno cuyas características desconocemos. Si lo hacemos, nuestra obra podría derrumbarse, mientras que saberlo nos permite prevenir.

Lo mismo pasa con nuestra vida: no podemos proyectar una vida de éxitos si tenemos defectos serios que desconocemos. Conocerse a sí mismo es el punto de partida de cualquier planeación de vida. Para ello, debemos preguntarnos ¿quién soy?, ¿cuáles son mis fortalezas?, ¿cuáles son mis defectos? Responde cada cuestión con toda honestidad. Aunque no sea fácil admitir ciertas características, es necesario reconocerlas, pues lo que no se conoce no puede vencerse. Hay que conocer al enemigo para derrotarlo.

No temas conocer tus defectos. En aspirar a la perfección se encuentra el camino del éxito. El secreto no consiste en eliminar los defectos, sino en opacarlos con fortalezas más poderosas y saber que vamos a triunfar porque somos capaces de superarlos.

Para conocernos a nosotros mismos debemos aprender que, además del cuerpo, debe existir algo más que lo dirige: el alma, es decir, el sí mismo que se deforma por los hábitos y el ambiente que lo rodea, el cual se convierte en ego, el causante de todos los males.

Conócete y vive mejor: Haz dos listas con tus características: una con tus virtudes y otra con tus defectos. Notarás que ambas listas te complementan, y al aceptarlas empezarás un camino de aceptación y evolución.

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