Impacto del covid-19 en otras enfermedades

por Redacción Distrito

En los últimos diez meses, la humanidad ha enfrentado un desafío inédito, un problema de salud pública de dimensiones globales: la pandemia ocasionada por el nuevo coronavirus SARS-COV-2, que conocemos como covid-19.

Su emergencia ha generado una saturación desproporcionada de los servicios de salud en todos los países, la gran mayoría de los cuales se encontraban mal preparados para un incremento exponencial en la demanda de servicios sanitarios, particularmente la demanda de unidades de cuidados intensivos, unidades de cuidados respiratorios, dispositivos de ventilación mecánica de diversas clases y servicios de urgencias en general.

Sin embargo, el problema no se limita a las especialidades que atienden patologías respiratorias. La pandemia ha afectado también la atención de los pacientes que padecen cáncer, e incluso la detección de pacientes que podrían padecerlo y se beneficiarían con un diagnóstico temprano.

Por una parte, los pacientes que ya tienen diagnóstico y están bajo tratamiento han debido espaciar sus consultas, y en muchas ocasiones han suspendido o diferido sus estudios de seguimiento, y han modificado sus tratamientos para dar cupo en los hospitales a un mayor número de enfermos de covid-19. Esto no es cosa menor si se considera que la mayoría de los tipos de cáncer, sobre todo en etapas avanzadas, son mortales si no se aplican los tratamientos apropiados en el momento oportuno y con el rigor calendárico que se requiere.

Por otra parte, hay que considerar los diagnósticos de cáncer que están dejando de hacerse porque se están retrasando o dejando de hacer pruebas de tamizaje, es decir pruebas de detección oportuna que permitirían identificar al cáncer en etapas más tempranas, cuando las oportunidades de curación son mayores y el pronóstico es mucho más favorable. Generalmente, en estas etapas los tumores son asintomáticos y los pacientes no se dan cuenta de que está gestándose en ellos la enfermedad; por tanto, la realización programada de exámenes de escrutinio y tamizaje permitiría salvar vidas que de otra manera se pierden por diagnosticar cáncer en etapas más avanzadas.

Estos datos deben ser una llamada de atención para los pacientes. Es su responsabilidad, en el escenario de la medicina institucional, mantenerse pendientes de las fechas de citas, estudios y consultas, para no perder tiempo adicional en reprogramarlas. En el escenario privado, deben preguntar activamente a su médico de primer contacto sobre las estrategias de tamizaje y detección oportuna que sean pertinentes (mastografía, Papanicolaou, antígeno prostático, tomografía de baja dosis, etc.). Muchos servicios se mantienen operativos durante la pandemia y están ofreciendo espacios para pacientes libres de covid-19, como en el Hospital Angeles Lomas, con medidas de seguridad biológica para minimizar el riesgo de contagio.

Por último, recordemos que la “nueva normalidad” que estamos viviendo no implica olvidarnos del resto de las enfermedades a las que estamos expuestos, sino tomar conciencia de los riesgos de siempre y asumir la responsabilidad juntos: pacientes, médicos y servicios de salud, para no perder los beneficios que la detección oportuna de diferentes tipos de cáncer ha demostrado en las últimas décadas.

Texto: Dr. Carlos Molina Calzada/Especialista en oncología médica del Centro Oncológico del Hospital Angeles Lomas.

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