La verdadera abundancia está en la familia

por Redacción Distrito
La familia es el lugar donde se comparten las alegrías y las penas en donde se comparte en beneficio de los demás todo lo material y espiritual que se tiene.

 En este núcleo es en donde conocemos y compartimos los valores necesarios para crear un mundo global con rostro humano.

La mayor parte de nuestra existencia la vivimos en un núcleo familiar, en una nacemos y, seguramente, después formaremos la propia. La familia, cualquiera que sea su composición, es la base de la organización de nuestra sociedad, pero no sólo eso, es en donde encontramos la verdadera abundancia espiritual, cada uno de sus integrantes influyen de manera importante no sólo en las distintas áreas de nuestra vida, sino también en quiénes somos y en quién seremos.

En el núcleo familiar es en donde aprendemos a relacionarnos con los demás pero principalmente es en donde aprendemos normas y formamos nuestro sistema de creencias y valores, es decir, es la primera instancia que nos enseña a creer en algo y a comportarnos con valores.

Laboratorio social

De acuerdo con el teólogo brasileño Leonardo Boff, la familia es en donde los individuos aprenden en gran medida a ser lo que son, es en este núcleo en donde aprendemos a amar u odiar, a respetar o agredir, a construir o destruir, a pensar en el otro o pensar sólo en uno mismo. La familia se convierte así en un verdadero “laboratorio social”, donde se pueden aprender aquellas virtudes necesarias para un mundo global con rostro humano.

Tener abundancia no significa tener dinero, es lograr todo aquello que deseamos: éxito, amor y bienestar, es potenciar las facultades espirituales y desarrollar los talentos artísticos, científicos o profesionales, es una sola palabra, es conseguir la felicidad y para ello la familia es pilar fundamental, porque son los padres o tutores los primeros maestros y modelos quienes inculcan las virtudes necesarias para lograr abundancia en nuestras vidas.

¿Cómo lograr la abundancia familiar?

Tener una familia es un privilegio que no tiene precio, es un lugar en donde sentimos refugio y en el que compartimos alegrías y logros alcanzados. A continuación, te damos algunos consejos para alcanzar la abundancia espiritual que te llevará a la felicidad plena:

Equilibro interior: Busca siempre la paz, y la serenidad en cada lugar y momento, como el don más preciado. Recuerda que sólo desde la tranquilidad espiritual se puede acceder a la verdadera felicidad.

Proyecto: Define claramente cuál es el proyecto personal de tu vida y ámalo, pero no olvides que uno de los puntos clave de éste siempre debe ser hacer el bien, la generosidad y la actitud de servicio.

El perdón: La práctica del perdón y la generosidad enriquecen el espíritu, ya que limpia todos los sentimientos negativos que habitan en nuestro ser.

Higiene mental: Ésta consiste en aceptar lo bueno y lo malo del pasado, sin permitir que el futuro inquiete, para poder vivir siempre un presente en plenitud en el que la alegría de vivir sea constante.

Ser positivo: Siempre deberá estar en nuestros pensamientos que el bien, la bondad, el éxito y la belleza. Si nos lo proponemos, podemos entrenar la mente y el corazón para ser positivos y el éxito llegará por añadidura.

 

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