El Castillito, uno de los museos más pequeños del mundo

por Carlos Lavin

Pocos años después de la llegada del tren a Cuernavaca se erigió el edificio que ahora conocemos como El Castillito. Con casi 125 años, es una construcción porfiriana de clara influencia francesa, icónica de la ciudad, que llama la atención por su pequeñez.

Para comunicar mejor a la ciudad con la estación del tren se construyó la Calzada Leandro Valle y el puente Porfirio Díaz, y se instaló una vía para el trenecito movido por mulas, para llevar y traer carga y pasajeros a la ciudad. A ambos lados del puente se proyectaron jardines y fuentes.

Esa construcción de tabique prensado —fabricado en Cuernavaca— se instaló en lo alto de la loma adyacente a un costado de la Iglesia del Calvario, y sirvió primero como morada del guardavía. Un sinnúmero de casonas señoriales de las viejas colonias de la Ciudad de México, como la Condesa, se construyeron también con esos ladrillos fabricados en Cuernavaca con maquinaria inglesa, traída a Cuernavaca por don Ramón Oliveros, y con ellos se levantaron asimismo los muros del Hotel Moctezuma, el primer hotel hecho ex profeso en esta ciudad.

El Castillito quedó abandonado durante la Revolución, y en los años treinta se acondicionó para que ahí viviera el señor Arcadio Varela, encargado de Parques y Jardines y del Programa de Reforestación de la Ciudad, quien lo ocupó hasta su muerte en 1962, mientras su familia siguió viviendo ahí hasta 1983, cuando de nuevo quedó en abandono. En 1986 fue restaurado por el Ayuntamiento, que lo dedicó como sede del Museo Fotográfico de la ciudad.

El museo se divide en dos secciones. La parte superior alberga objetos y muebles que datan de finales del siglo XIX. En el cuarto del fondo se encuentran la fotografía de Carmen Romero Rubio —esposa de Porfirio Díaz—, un reloj de 1930, un teléfono de 1925 y varias máquinas de escribir. Las imágenes en la planta baja muestran la evolución de Cuernavaca desde las últimas décadas del siglo XIX, concluyendo a mediados del siglo XX. Cada una de las fotografías muestra pasajes importantes en la vida social y política de la ciudad.

Es uno de los museos más pequeños del mundo, junto con el Museo Etnográfico de Dzepciste; el Mmuseumm, en Nueva York; Edgar’s Closet, en Alabama; The World’s Smallest Museum, en Arizona; la Phone Box Art Gallery en Reino Unido; Tiny E’s Museum, en Carolina del Norte, y Mimumo, en Monza.

¡Hasta la próxima!

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