¿Sabías que por el uso extendido de computadoras y teléfonos nuestros ojos permanecen fijos por más tiempo, y por tanto no se ejercitan? Una forma fácil de mantenerlos en forma es aplicar esta rutina de yoga para los ojos.
Cuidamos nuestra piel, mantenemos impecables nuestras manos, los pies, la cara e incluso el interior de nuestro cuerpo con una buena alimentación, pero pocas veces hacemos algo por mantener nuestros ojos sanos. Sin duda, la vista es uno de los sentidos más valiosos que poseemos, pero es casi el último que atendemos.
Por eso, platicamos con Ángeles Gil, instructora certificada de yoga por The Kundalini Research Institute, para saber más sobre la importancia de hacer ejercicios especiales para los ojos, mantener nuestra vista en buen estado y no sufrir vista cansada, porque poca gente sabe que esta disciplina nos permite disfrutar una buena salud ocular.
Los ojos estaban acostumbrados a hacer ejercicio —afirma Ángeles Gil—, pero desde la llegada de la televisión, los celulares y la computadora, el ojo permanece fijo durante muchas horas, de manera que dejamos de ejercitarlo.
Todo músculo que no se usa, se atrofia, y en el caso de los ojos, cada vez los movemos menos, porque los mantenemos fijos en un monitor. Con esto, ocasionamos que nuestro ojo se vuelva perezoso, y el resultado es una mala visión. Además, el uso de las nuevas tecnologías ha provocado que el ojo no se lubrique y se seque; esto se debe a que las personas parpadean menos al estar viendo una pantalla, ya sea ante una computadora o un smartphone. En promedio, un individuo debe parpadear 20 veces por minuto, pero alguien que está viendo un monitor parpadea sólo siete veces por minuto.
El yoga, al rescate de tus ojos
“Por suerte, hay ejercicios de yoga muy especiales que permiten sacar de la monotonía fija al ojo, y nos permiten mantener en buen estado nuestra visión”, nos cuenta la instructora. Lo mejor es que puedes hacerlo en cualquier momento y donde sea: en la oficina, en el avión, en el baño o un minuto antes de dormir. No hay necesidad de poner incienso ni música, basta con que lo hagamos cuando nos demos cuenta de que vemos borroso o nos molestan los ojos.
Es importante considerar que esta práctica no te va a curar o a revertir los defectos de la vista que ya tengas, pero sí evitará que tus ojos se atrofien más. En palabras de la especialista en yoga: “Si ya usas lentes, deberás seguir usándolos, pero por lo menos ya no se desarrollará más la vista cansada. Pero para la persona que no use lentes y goce de buena vista, este ejercicio es excelente para mantenerla en buen estado por más tiempo”.
Recomendaciones para el ejercicio:
- Trata de hacerlo a diario. Si no puedes, hazlo cada tercer día o una vez a la semana, hasta que se vuelva un hábito.
- No necesitas invertir mucho tiempo, con uno o dos minutos que dediques a la práctica es suficiente.
- Puede hacerlo cualquier persona, desde niños que puedan seguir las instrucciones hasta adultos de cualquier edad.
Ejercicio
- Con los párpados abiertos, mueve lentamente los ojos hacia arriba.
- Y después, lentamente, hacia abajo.
- Mueve los ojos hacia la izquierda, tratando de hacerlos para ese lado tanto como se pueda.
- Y después, a la derecha, lo más que pueda también.
- Ahora, voltea los ojos hacia la esquina superior derecha.
- Acto seguido, muévelos hacia la esquina inferior izquierda, como haciendo una diagonal con la vista.
- Después, voltea hacia la esquina superior izquierda.
- Y en seguida, mira hacia la esquina inferior derecha.
- Después mueve los ojos en forma de círculo, haciendo giros completos en el sentido de las manecillas del reloj, y luego en dirección contraria. Viendo un punto fijo enfrente, empieza a parpadear rápido.
- Al final, repite todos los ejercicios, pero con más rapidez.
Ya que tomaste conciencia de que debes cuidar tus ojos —además de visitar periódicamente a un profesional para una revisión—, es momento de poner las manos —o los ojos— en acción. ¡Iniciemos con la práctica!
Nota
En estos ejercicios debes mantener la cabeza inmóvil, y únicamente mover los ojos. Antes de empezar, haz tres respiraciones largas, tranquilas y profundas.
