Natalia Jiménez, una artista camaleónica

por Verónica Aguirre

Natalia es una mujer muy bella físicamente. Sin embargo, cuando estás junto a ella te das cuenta de que esa belleza se extiende a su interior: una sonrisa franca, su mirada directa y una conversación muy sincera dan prueba de ello. Conozcamos un poco más a esta cantante española en una amena entrevista. Fotos: Cortesía Westwood Entertainment.

Inició su camino en el mundo artístico como voz del grupo español La Quinta Estación, con quienes grabó cuatro discos a lo largo de diez años, y se dio a conocer en el público de habla hispana. En 2011 puso pausa a su trabajo con el grupo para dedicarse a proyectos personales. Hoy se le considera una de las mejores cantantes de Iberoamérica, y se encuentra tan identificada con nuestro país que en este año lanzó México de mi corazón, disco donde canta a dúo con varios intérpretes mexicanos. Destaca su versión de “El destino” en colaboración con Carlos Rivera, tema que se hizo famoso en las voces de Rocío Dúrcal y Juan Gabriel, además de “Juro que nunca volveré”, con Paquita la del Barrio, y “Ya lo sé que tú te vas”, con Pedro Fernández. Con esto nos demuestra que cuando hay talento no importa el género musical, y ella lo mismo puede cantar pop, balada o ranchero.

¿Qué te llevó a grabar México de mi corazón?
Desde que estaba con La Quinta Estación tenía ganas de hacer un disco con mariachi, y casi todas mis composiciones, particularmente en el álbum Sin freno, se iban más hacia la música de mariachi y al bolero que al pop. Empecé a escuchar música mexicana cuando llegué a México, poco a poco me familiaricé con los sonidos y el estilo, y me enamoré de esos temas tan maravillosos. Desde hace tiempo, en mis conciertos interpreto algunas canciones del género regional mexicano.

¿Qué artistas te inspiraron para hacer este disco?
Sobre todo, Rocío Dúrcal, y también escuché algunas canciones de Lola Beltrán, una voz maravillosa que me encantó, y Lila Downs, que me fascina; pude grabar con ella y todavía no me lo creo; Paquita la del Barrio y Ana Gabriel, entre otras. Todas ellas son mujeres con mucho carácter, y eso me gusta.

¿Qué experiencia te dejaron los duetos con Yuri y Carlos Rivera?
Fueron excelentes. Cuando Yuri me invitó a cantar con ella “Una mentira más”, fue para mí un gusto enorme, y si ves que la canción fue todo un éxito en las plataformas digitales, eso hace de la experiencia algo inolvidable. A Carlos lo amo. Desde que estuvimos en La Voz nos hicimos amigos, y cuando estaba eligiendo los temas para México de mi corazón y se decidió que interpretaría “El destino”, vino a mi mente Carlitos y dije: “No puedo cantarla con nadie más”.

¿Qué hay de Natalia en este álbum?
Hay mucho de mí, desde la creatividad en el arte de la portada para demostrar el amor que siento por vuestras tradiciones y cultura. Varios de los accesorios que uso en los espectáculos los hice yo misma, y me encanta trasmitir la sensación de ser una diva como La Doña, una mujer fuerte y segura de sus decisiones.

Sin embargo, eres una chica muy sencilla. Esta transformación en el escenario es un tanto radical.
Lo que pasa es que en el escenario me transformo, sobre todo cuando canto música mexicana. Cuando canto pop soy más divertida, pero una vez bajando del escenario soy yo, a todo el mundo saludo, sonrío, realmente soy una persona más del equipo, me encanta sentirme cercana a la gente, me gusta ser muy abierta con todos.

¿El tener ascendencia española y portuguesa da una mezcla muy interesante a tu personalidad?
Sí, soy de gustos y de caracteres muy diferentes. Por ejemplo, a mi papá en casa le gusta escuchar a Camilo Sesto, Raphael… mientras que mi mamá oye fado. Y al crecer, las costumbres de ambos permearon en mí.

¿Qué costumbres de ambas culturas le inculcas a tu hija?
Lo que más le inculco a mi hija es el carácter. Mis padres siempre han sido muy simpáticos, agradables, querendones, sencillos y muy directos. En mi casa nadie se anda con rodeos para decir lo que siente. Así quiero que sea mi hija. Es muy importante que las mujeres seamos espontáneas y decir lo que pensamos sin miedo a lo que diga la gente.

¿Cómo celebras la Navidad?
Siempre la paso en familia, ya sea en España o en Miami. Con la familia de mi esposo, que es cubana, pues hay mucha fiesta y hacen platillos tradicionales, y desde que nació mi hija la vivimos diferente, porque todo es muy emocionante, desde la reunión hasta abrir los regalos con ella y ver la emoción en sus ojitos, y cuando no le gustan sus regalos va por los de su hermana mayor (risas). Como española, para mí el día de Reyes es muy importante, así que preparo un roscón para toda la familia, me encanta cocinar. Si la pasamos en España, mi madre es la que prepara todo, ella no permite que nadie más cocine.

¿Cuál es tu principal defecto?
Me abro muy rápido a la gente, confío demasiado rápido.

¿Cuál es tu idea de la felicidad?
Que todos tengamos salud.

¿Tu héroe de la vida real?
Mi mamá.

¿El mejor consejo que te dieron tus papás?
Que siga adelante. Cuando llegamos a México por primera vez, les llamé y dije: “Creo que me voy a regresar”, y ellos sólo me dijeron: “Aguanta, espera. Las cosas irán bien”.

¿Tu héroe de ficción?
No sé, no me gustan mucho.

¿Qué libro estás leyendo en este momento?
El amante japonés, de Isabel Allende. Es divino ese libro.

¿Qué lugar de España tendríamos que visitar sí o sí?
Pues depende mucho de qué te guste hacer. Si te gusta la montaña, te recomiendo que vayas a Los Picos de Europa, que están en Asturias, o al Valle de Arán. Otro lugar muy bonito es Granada.

¿Y el lugar al que todos deberíamos ir una vez en la vida?
La Villa de Guadalupe.

Menciona algo que siempre va contigo.
Una pieza de jade. Me encanta esa piedra.

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