Harry Geithner, un creador indiscutible

por Verónica Aguirre

En México conocemos a Harry por su larga trayectoria actoral. Sin embargo, tiene mucho más que brindar al público, y por eso creó Geithnerland, una empresa con sede en el Bronx, Nueva York, donde los latinos con talento que viven en los Estados Unidos pueden encontrar una oportunidad. Para saber un poco más sobre éste y otros proyectos, conversamos con Harry Geithner.

Para muchos, la pandemia representó una oportunidad de reinventarse y explorar talentos ocultos. Sin embargo, para Harry Geithner fue un tiempo de descubrimiento personal y de dejar los miedos a un lado; además, encontró el amor en su esposa, Alejandra Silva, la persona que lo apoya e impulsa en cada reto que se presenta.

¿Qué te llevó a irte a Nueva York?

La suma de varias circunstancias. Estaba terminando la serie de Silvia Pinal, donde hacía el papel de Emilio Azcárraga, y me invitaron a ser embajador de una fundación para niños autistas aquí en Nueva York. En el evento conocí a Alejandra, mi esposa, y me quedé para enamorarla. En eso llegó la pandemia y la cuarentena; entonces, nos quedamos encerrados y convivimos mucho. Ese tiempo me dio la oportunidad de conocerla en todas las facetas de su vida: como mamá, empresaria y amiga. Al final nos enamoramos y nos casamos el 26 de junio, y ahora mi vida está entre Nueva York y México.

La pandemia te trajo cosas buenas.

Sé que mucha gente la pasó mal, pero en lo personal me trajo un extraordinario matrimonio y amplió el abanico de oportunidades ante mí. Esto me llevó a fundar una productora para crear contenido, además de un centro de capacitación online, en donde doy trabajo a otros actores para dar clases de actuación y formar artistas integrales, y una agencia de talentos. Entonces, ese momento tan complicado nos brindó fuerza a Alejandra y a mí, y también apertura para ser creativos y ser emprendedores. No es que me haya retirado: sigo trabajando como actor, y dirijo y produzco desde Nueva York.

¿Cómo decidiste fundar Geithnerland?

Nosotros apostamos por crear Geithnerland porque vimos una gran necesidad en la comunidad hispana que reside en Nueva York de contar con un lugar para formar artistas, y así surgió la idea: traer los conocimientos de actuación que hay en México, Colombia, Argentina, Ecuador y otros países donde he trabajado, y conjuntarlo en Nueva York para dar oportunidades de prepararse a los grandes talentos de aquí, para que puedan desarrollar una carrera. Así nació esta empresa, que a su vez me permite, como a muchos actores norteamericanos, hacer películas donde pueda actuar, y crear contenidos a mi gusto. Soy mi propio generador de trabajo, para hacer lo que me gusta.

¿Por qué elegiste el Bronx como sede?

Porque aquí han nacido grandes talentos. Además, tiene algo particular: es la quinta economía más importante de los Estados Unidos; la comunidad hispana se ubica aquí, y es más importante que Queens y Manhattan. Por eso decidimos hacerlo desde el Bronx.

Es dar impulso al talento latino que no se toma en cuenta en Estados Unidos.

Nosotros queremos que la gente vea que hay un lugar donde se aprecia su talento, y que desde Nueva York pueden salir contenidos y buenos actores latinos, que no sólo se consideren ciudades como Los Ángeles y Miami, o países como México y Colombia. Mi esposa y yo intentamos ser pilares, ayudar a otros a explotar su talento y crear historias que el público pueda disfrutar.

¿Qué te llevó a escribir Dormimos como vivimos?

Esta historia nació de la gran mentira que es el “sueño americano”, y eso lo aprendí aquí, porque la mayoría de la gente piensa que es el sueño de todos los norteamericanos, y eso es falso. El “sueño americano” lo creamos nosotros, los hispanos, y la gran mentira es que quienes vienen a los Estados Unidos la pasan mal con el racismo y la economía, porque casi 90 por ciento de lo que ganan se va a sus países de origen. Entre diez y veinte personas deben compartir un cuarto, y cuando empiezan a ganar un poco más de dinero, por los años que tienen aquí y empiezan a comprarse bienes, celulares, autos, etc., llegan a sus países de origen diciendo que el gran sueño americano es estupendo, pero nadie cuenta cómo empezó, lo que sufrió para llegar acá… A raíz de eso escribimos esta historia, porque sí, en efecto: como duermes, vives, y ése fue el primer proyecto que lanzamos en Nueva York.

¿Por qué tendríamos que ver Focos rojos?

Porque es un reflejo de la realidad de todos en algún momento de la vida. Todos hemos pasado por relaciones tóxicas donde el enamoramiento nos vuelve ciegos. En Focos rojos mostramos pequeños fragmentos e historias en donde todos podemos vernos reflejados. El día que hicimos la premier en Nueva York, en la sala había alrededor de 150 personas, y al terminar la proyección todo estaba en silencio. Nadie dijo nada, y nosotros pensamos: “No les gustó la película”. Pero cuando salieron de la sala se aligeraron un poco y nos comentaron que se sintieron identificados con alguna de las historias.

Has estado trabajando mucho. Cuéntanos de Para ayer es tarde.

Este proyecto refleja el vicio de los hispanos por llegar tarde a todos lados. A todos nos ha pasado que nos dejan esperando largo rato, y aquí en los Estados Unidos, si no respetas el tiempo de los demás, perderás oportunidades y te hundirás rápidamente, porque aquí todo es acelerado y se toman decisiones en el momento. Por eso este país avanza tan rápido, y si tú no estás a ese nivel, te complicarás la vida. Los hispanos estamos acostumbrados a dar largas; por ejemplo, si compras un auto en Latinoamérica, te lo entregan una semana después. Aquí, entras en la mañana a la agencia y a mediodía ya tienes el vehículo.

¿Podremos ver la serie Mr. Marlow en Latinoamérica?

Es una serie criminal en donde tengo el papel protagónico. Es un detective de la vieja guardia, a quien no le gusta la tecnología, y sigue escribiendo sus reportes en máquina de escribir. La gran diferencia con las series norteamericanas de este tipo es que aquí los latinos somos los buenos. Nosotros resolvemos los crímenes que cometen los norteamericanos, porque siempre nos ponen como los ladrones, violadores, etcétera. En este momento estamos de grabando la primera temporada, que consta de ocho capítulos; la terminaremos aproximadamente en octubre, y ya tenemos la propuesta de tres plataformas de streaming para proyectarla, sólo nos falta decidir con cuál lo haremos.

Tienes mucho trabajo con Geithnerland, pero ¿en algún momento regresarás a trabajar a México?

Estoy invitado para una participación especial en una bioserie con Televisa. No puedo decir todavía el nombre, pero entre marzo y abril estaré en México para grabarla. Yo no estoy desconectado de México, lo que pasa es que la industria está muy lenta, y mientras no haya nada, estaré creando contenidos desde Nueva York.

Nunca pensé que fueras una persona tan inquieta y creativa.

Te seré franco: muchas veces en mi vida no me arriesgué por miedo. La pandemia me hizo despertar; tenía el proyecto de Geithnerland desde hace diez años, pero no me atrevía por miedo a la crítica y al qué dirán. Este tiempo cuando estuvimos encerrados me brindó la fuerza y el empuje para construirlo. Actualmente trabajan conmigo treinta personas entre actores, directores, administrativos y más. Espero que un día todos los actores latinos que vivimos en Estados Unidos podamos unir nuestros talentos.

Te invitamos a ver los proyectos donde Harry Geithner ha participado como actor, director y/o productor.

 

 

Sigue a Harry Geithner en IG @harrygeithner y a Geithnerland en @geithnerland

Si te gustó esta entrevista te podría interesar este artículo de viaje

Te recomendamos:

Dejar un comentario