Rocío Verdejo es una de las pocas actrices que nos hacen sentir a sus personajes en la piel. Recientemente pudimos verla en Matando cabos 2 y Control Z, proyectos muy diferentes pero que tienen en común la presencia escénica de esta actriz mexicana. Rocío Verdejo afirma sentirse contenta y agradecida, porque ha tenido trabajo en un tiempo tan complicado, y ha participado en proyectos por los que siente gran cariño.
¿Cambió la forma de trabajar con la pandemia?
Mucho, es un cambio de 180 grados, sobre todo después de cuatro o cinco meses de estar encerrados; ahora está más relajado, pero sin bajar la guardia. Cambió la forma de estrenar; por ejemplo, Matando cabos 2 se había programado para estrenarse en cines, y lo hizo vía streaming. Todos estamos adaptándonos a las nuevas formas de vivir y trabajar.
¿Qué significa el streaming para Rocío Verdejo?
Una gran oportunidad en todos los aspectos, tanto siendo consumidora como actriz, porque antes estábamos limitados a trabajar en dos empresas, y si hacías un proyecto en una de ellas, ya no podías hacerlo en la otra. Eso ya no existe, porque hay una apertura impresionante; se nos abrieron los caminos, el contenido, la forma de trabajar… se han abierto muchas puertas, y esto también lo digo como consumidora que soy de plataformas. Tenemos más chance de ver contenido distinto.
Cuéntame sobre tu personaje en Control Z.
Nora es una madre soltera, con una hija fuera de lo común. Desde los primeros episodios se ve cómo la joven toma el rol de adulto; sin embargo, en cada temporada irán asumiendo las responsabilidades que les corresponden. La serie me fascina, y el personaje me encanta porque es muy real; este tipo de situaciones pueden ocurrir en cualquier parte del mundo, porque en el internet todos están expuestos, ya sea por las redes sociales, los hackers, el bullying… y que esta serie llegue a toda la familia es importante, porque expone la vida de los preparatorianos y universitarios, y a los adultos les da una idea de lo que sus hijos están viviendo.
La trama nos lleva a darnos cuenta de los problemas que afectan a los jóvenes, y que los adultos no queríamos ver.
Es cierto. Yo me enteré por la serie de muchos conflictos de los que no tenía ni idea, y me llevó a preguntarme si en verdad existe este tipo de situaciones en la vida de los adolescentes. Control Z es un tutorial para los papás, porque los hace conscientes del bullying que pueden vivir sus hijos, y esta situación se repite en todo el mundo.
¿Cómo fue participar en Matando cabos 2, cuando la primera película se estrenó hace 18 años?
Sé que le pusieron así, pero realmente no es una secuela, sino un spinoff. No tiene nada que ver con la primera película. En esta nueva historia participamos cuatro de los personajes de Matando cabos, que por circunstancias de la vida coincidimos nuevamente.
Amo a Matando cabos, porque fue mi primer trabajo como actriz, y además tuvo un éxito que se mantiene, porque la historia sigue cautivando a las nuevas generaciones que la han visto. Regresar con parte del equipo fue extraordinario, porque todos estábamos contentos y gozosos de hacer este spinoff, fue una diversión total. Cuando empezaron a publicarse las críticas de la película, leí que escribieron: “Es una maravillosa ridiculez”, y estoy más que de acuerdo con esa descripción, porque en México no estamos acostumbrados a ver este tipo de cine, donde el humor negro se vuelve protagonista y te hace morir de risa.
Con tu voz transmites toda la emoción que te dio hacer Matando cabos 1 y 2.
Me da mucha emoción, porque finalizar el proyecto implicó muchas cosas. Además, Lula, el personaje, se quedó en mi corazón y mi piel. Fueron muchos años de espera, y me encantó regresar a ver a compañeros a quienes admiro y respeto profundamente, como Joaquín Cosío, Silverio Palacios y Gustavo Sánchez Parra. Fue un regalo para los cuatro estar ahí, haciendo esas escenas extravagantes, realmente fue un gozo haber participado en ella. Mi personaje regresó como villana wannabee, y me hizo divertirme como nunca.
¿Qué debe tener un papel para que le digas “sí”?
Implica muchas cosas. Ahora ya me fijo en quién es el director, qué compañeros van a participar, si yo funciono para dar vida a ese personaje… Realmente escojo los proyectos desde la audición, leo la sinopsis y las escenas del casting, y si no me laten, prefiero no participar.
¿Qué te llevó a elegir la actuación como profesión?
Desde pequeña, mi deseo era estar en la tele. Cuando veía Chiquilladas se me hacía lo máximo. Desde los 12 años me metía a cursos de actuación en el verano. Cuando iba en la prepa, hice mi primera obra de teatro. Mi mamá me puso como condición que terminara el bachillerato. Lo terminé, y la única escuela de actuación que conocía era el CEA, y yo misma me decía: “Pues sí, está chido, pero ahí nunca me van a elegir, porque todas son hermosas”. Realmente, en esa época me sentía muy insegura, pero en cierto momento la carrera llegó a mí. En ese entonces hacía muchos comerciales, sabía cuál era mi vocación, pero no tenía a nadie que me dijera: “Éste es el camino”. Un día, Queta Rojas (q.e.p.d.), la dueña de la agencia donde yo trabajaba en ese momento, me dijo: “Creo que tú querías ser actriz. Están buscando talento para la primera generación de la escuela de TV Azteca”. Me entrevisté con Raúl Quintanilla, me aceptaron, y fui parte de esa primera generación, donde también estuvieron Silvia Navarro, Víctor González, Iliana Fox y Rodrigo Cachero, entre otros.
¿Cómo llegaste con Queta Rojas?
Alguien me pasó su dirección; fui a verla un día con mis fotos nada profesionales, y me dijo: “Te quedas”. A partir de ahí, siempre me tuvo trabajando. Además de ser mi booker se convirtió en mi amiga. Ella fue quien me envió el casting para Matando cabos.
¿En qué te veremos próximamente?
Ya estoy trabajando en la tercera temporada de Control Z, que además será la última, y estoy haciendo diferentes castings.
¿Qué le dirías a esa pequeña Rocío que quería se actriz?
Me vas a hacer llorar (risas). Que lo va a hacer muy bien, que la clave es no quitar el dedo del renglón.
La plataforma en la que más te gusta trabajar…
Depende mucho del equipo con el que trabaje y la familia que se arme. Realmente no importa si es cine, TV o teatro, lo importante es que tu equipo se convierta en tu familia.
Te invitamos a ver los proyectos de Rocío Verdejo que se encuentran en las diferentes plataformas de streaming.
Sigue a Rocío Verdejo en @rocioverdejoc
Fotos: Karla Bocanegra
