Kristal Silva, una guerrera delicada

por Redacción Distrito

Hace seis años, Kristal Silva representó a México en el certamen Miss Universo, y esa experiencia le abrió la posibilidad de conducir el programa matutino Venga la alegría. El año pasado sorprendió al público cuando aceptó entrar en Survivor México y resultó ser tan aguerrida como sus compañeros. Conoce un poco más sobre ella en esta amena charla. Por Fer Pérez.

Cuéntanos un poco de tu experiencia en Survivor y cómo te sentiste con el gran apoyo del público.

Me siento muy halagada y sorprendida. La verdad, no esperaba que mi participación tuviera tanto impacto. Sabía que la gente se sorprendería de ver lo que yo podía hacer. Quienes me conocen sabían que no me daba miedo irme a una isla desierta y convivir con gente nueva. El público tal vez me conocía un poco, pero nunca imaginé el apoyo que recibiría por lo competitiva que soy.

Participar en Survivor me ayudó a descubrir cosas nuevas sobre mí, y quizá por eso la gente se identificó conmigo. A todos nos ha pasado que llegamos a un lugar nuevo y se ponen a prueba nuestras habilidades. Al principio sí me daba un poco de miedo arriesgarme a hacer algo diferente, pero al final vi los cambios que la experiencia dejó en mí. Hasta la fecha, la gente sigue felicitándome por mi participación en Survivor.

¿Qué aprendiste de ti de sí misma en Survivor?

Descubrí que soy muy fuerte emocionalmente. Desde pequeña había cosas que me hacían sentir insegura. Entonces, conforme pasó el tiempo, creo que Dios me ha puesto pruebas en la vida para fortalecerme, y eso sucedió en Survivor. Me hizo ver que puedo hacer todo lo que me proponga si lo intento con inteligencia y, sobre todo, con el corazón. Más allá del físico —parece pregunta y respuesta de miss (risas)—, la verdad es que he enfrentado grandes retos, y éste en particular me demostró que puedo ser valiente, porque no me daba miedo lanzarme con mis compañeros al lodo, al río, al mar… Me llevó a desarrollar resistencia a no comer bien, a vivir en un clima diferente y a dormir en condiciones extremas. Me aplaudo por la fortaleza que tuve y que realmente no me conocía, porque nunca había estado en una situación similar.

A diez años de tu primera participación en certámenes de belleza, ¿cuál es tu mejor recuerdo?

Qué rápido pasó el tiempo. Creo que es el momento cuando gané el concurso nacional Nuestra Belleza México. Eso marcó un antes y un después en mi vida. Desde muy pequeña participé en este tipo de concursos; tal vez no eran tan reconocidos, pero me ayudaron a prepararme. Pero saber que gané y que iría a Miss Universo me llenó de alegría, porque todos los sacrificios que hizo mi familia valieron la pena, y porque iba a cumplir el sueño de mi vida.

¿Qué les dirías a las personas que sólo ven la superficialidad del concurso?

Creo que la gente debería permitirse conocer más a las reinas de belleza; hablo en general, no de un concurso en específico. La sociedad tiene una percepción sesgada de los concursos, y a las reinas de belleza se les asignan ciertas etiquetas y las encajan en estereotipos; sin embargo, los formatos han evolucionado con el tiempo. En la actualidad no sólo importa el físico; sí hay mujeres guapísimas, seguimos cuidándonos, pero diferentes actividades, campañas y plataformas muestran otro tipo de habilidades y conocimiento. Hoy las reinas de belleza no sólo son una cara bonita, están preparadas para hacer labor social y actividades altruistas. Creo que las nuevas generaciones de misses han hecho un gran trabajo; ejemplo de ello es la actual Miss Universo, quien sufrió un problema de salud y subió de peso; al principio, la gente la criticó fuertemente. Ella tomó el micrófono y dijo: “Yo no sólo estoy aquí por mi físico, sino porque tengo muchas otras cosas de qué hablar”. Trabaja en campañas en pro de los menos favorecidos, y eso es lo que la gente debería ver.

¿Cómo venciste los prejuicios que existen sobre quienes compiten en certámenes de belleza?

Me llevó mucho tiempo. La verdad, lo mejor que me pudo pasar fue entrar a Venga la alegría. Siempre mantuve cierta imagen, el perfil de reina de belleza; era inevitable, porque desde muy pequeña me preparé para eso, y me costó demasiado cambiar los hábitos de miss a conductora de televisión, y sobre todo estar en un matutino que requiere gente transparente, natural, carismática y fresca. Pero esta experiencia me enseñó a ser yo misma y a conocerme mejor. Conforme pasó el tiempo, entendí que debía mostrar al público la persona que realmente soy, con virtudes y defectos.

¿Algún consejo que le des a las mujeres, sobre alguna situación que tú estés viviendo?

Sufrí problemas alimenticios desde muy pequeña, y me costó mucho tener la autoestima alta. Era muy insegura en mi niñez. Aun cuando participaba en los concursos de belleza, no me sentía bien conmigo misma. Es muy difícil superar esa falta de confianza, pero soy un ejemplo de que se puede. Trabajé y me esforcé, y con el tiempo adquirí esa seguridad en mí misma que me ha permitido amarme como nunca. Entonces, para mí es muy importante que todas entendamos que la aceptación es el inicio del camino, y después hay que trabajar cada día para desarrollar una autoestima saludable. No es sencillo, pero vale la pena.

Tres aprendizajes que has tenido en tu vida…

El primero, que está más que clara la importancia del respeto hacia ti misma. El segundo es disfrutar la vida al máximo y fluir; la vida te da oportunidades, te pone límites y obstáculos, y a veces nos frustramos, pero cuando fluyes y tienes una meta clara de lo que quieres en un futuro, todo lo disfrutas al máximo. El tercero, como mujeres tenemos que respetarnos aún más: vivimos violencia todos los días en este mundo, es algo que difícilmente podemos controlar, pero si entre todas nos respetamos, nos valoramos y nos apoyamos, podemos hacer el cambio.

Sigue a Kristal en IG en @kristalsilva_

Si te gustó esta entrevista te podría interesar esta de Poncho de Nigris

Te recomendamos:

Dejar un comentario