¿Por qué ver El baile de los 41?

por Verónica Aguirre

Sergio Solís, un actor de pies a cabeza

Es un actor muy conocido en el teatro nacional e internacional, El baile de los 41 es su primera película, sin embargo, desde joven quiso estar dentro del mundo del cine, pero no como actor, sino como director. Cuando hizo su examen en el CCC le dijeron “porque no estudias teatro” y así lo hizo. Hoy esta convencido que ama lo que hace, pero más que nunca quiere incursionar en la dirección.

¿Cómo fue esta primera incursión en el cine con
El baile de los 41?

Fue una experiencia muy grata. En el set siempre se vivió un ambiente amistoso, tranquilo, fue muy pesado porque el horario era nocturno, ya que casi todas las escenas de los 41 fueron filmadas a altas horas de la noche, sin embargo, el ambiente que se generaba entre nosotros era muy cálido, se cuidaron mucho los detalles, fue un proyecto donde el director nos arropó y no hubo malos tratos.

¿Qué te llevó a aceptar el papel de Rafael?

El hecho de que eligieran ese momento histórico en particular, porque es muy representativo para la historia de México; esto no lo digo yo, lo dice Monsiváis, porque se reconoce la homosexualidad en el país, no que antes no hubiera homosexuales, sino que se reconoce a la comunidad en ese momento. También se hizo evidente la represión hacia donde estaba dirigida la apreciación del Gobierno hacia la comunidad en ese momento, fueron sometidos brutalmente y eso me pareció muy importante, es un evento igual de fuerte porque los sometieron y desaparecieron por el simple hecho de estar bailando vestidos de mujer, la redada se llevó acabo por ese hecho, por eso los condenaron y desaparecieron de la historia. Nosotros como actores tenemos una gran responsabilidad al darles vida, porque los desaparecieron y no conocemos sus rostros, nadie sabe cómo o dónde terminaron, la sociedad los borró completamente y anuló a partir de considerarlos pecaminosos y de estar en contra de las normas de la época.

El único que se salva es el “yerno de la patria”, Ignacio de la Torre Mier, que estaba casado con la hija mayor de Porfirio Díaz, por eso se vuelve una historia muy mítica, porque desaparecen toda la información, justo tuvimos el asesoramiento de Luis de Pablos, un excelente historiador, y nos ayudó a entender el contexto de esas familias adineradas de la época. En la redada se logra ver como la gente con más poder económico logra salvarse, pero todos los demás desaparecen, incluyendo a Ignacio de la Torre que acaba muy mal en Nueva York. Es muy triste ver como para todos era importante cuidar el estatus y dar una apariencia al mundo de civilizados y al interior estaban podridos.

¿Háblame un poco de tu personaje?

Rafael forma parte de los 42, es parte de las familias adineradas del Porfiriato. Es uno de los creadores de “El club de los fumadores” donde se dan esos encuentros entre los hombres homosexuales, pero además hacían fiestas, obras de teatro, se dedicaban al arte y a poesía. Él es el enlace entre la clase alta y la clase baja (prostitutos), por todos los contactos que tenía, se mueve con la seguridad de que no le pasará nada, sin embargo, termina expuesto, humillado y torturado.

¿Cuáles fueron los retos que te impuso esta película?

Hacer una transición actoral entre como trabajas para teatro y como lo haces para el cine. Había tomado bastantes talleres para actuar delante de la cámara, pero siempre en el rodaje las cosas cambian hay contingencias todo el tiempo, entonces es la capacidad de cómo te adaptas a eso, tú resuelves cosas que están ocurriendo y que no necesariamente tienes un proceso previo para armar, eso me pareció muy divertido e interesante

¿Por qué ver El baile de los 41?

Porque es bueno para la salud mental de la sociedad preguntarnos ¿por qué siempre escogemos un grupo específico, normalmente, minoría para verter en ellos todo nuestro odio? Es una pregunta que nos tendríamos que hacer todo el tiempo porque ahora son ellos y después será la comunidad trans y después los ancianos, los campesinos, los indígenas, ya están todos atacados y estamos tan separados que no podemos ver por el otro. Yo la vería para que la gente se plante la pregunta y me gustaría que la gente pensara en solidaridad y en que juntos podemos tomar decisiones, para robarle poder al poder.

¿Qué proyectos tienes próximamente?

Para el próximo año tengo una obra de teatro que va a dirigir Gabriela Ochoa, si el covid-19 lo permite, se estrenaría en febrero en el Teatro del Milagro y en el INBA. Personalmente tengo un proyecto donde colaboro con diferentes disciplinas artísticas a veces con cine, músicos, etc. Se llama Proyecto Bicéfalo lo pueden encontrar en Facebook.

 

 

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