Edgar Rojas, su propia visión de la vida

por Verónica Aguirre
“Sus pinturas simulan muros, pizarras en cuya superficie encontramos signos alineados que recorren la tela como si fueran frases, columnas de grafismos que remiten a las construcciones lingüísticas aztecas o mayas, y sus colores fovistas tienen arranques expresionistas y cálidos donde abundaban las referencias a la materia.” —Javier Cerezo

Indudablemente, Edgar Rojas nació para expresarse a través de los colores y las formas. Su voz pictórica está comprometida con sus emociones y su manera de ver el mundo. Conforme pinta, descubre rasgos nuevos de sí mismo y del espectador de su trabajo, y eso se traduce en una responsabilidad permanente hacia el observador. Para saber más de Edgar y su obra, conversamos con él.

¿Qué te inspiró a ser artista?

Siempre he pensado que cada uno de nosotros tiene algo que decir, y queremos ser escuchados. En mi caso, quiero ser visible por mi trabajo. En este mundo, lleno de imágenes, para mí es un privilegio que alguien se detenga a observar mi mensaje; de ahí la importancia de ser artista plástico. Los artistas deberíamos ser artesanos del signo: cada obra es una oportunidad para significar cosas, y eso es increíble, porque tenemos la posibilidad de expresarnos mediante imágenes, que suelen ser más fuertes que las palabras.

¿Cómo se dio tu camino hacia el arte?

Estudié diseño gráfico, en gran parte porque mi familia no estaba convencida de que el arte me diera para vivir. Sin embargo, me preparé en la creación de manera autodidacta. Antes desdeñaba el diseño; sin embargo, ahora que lo he amalgamado con mi trabajo artístico, descubro que me otorgó herramientas visuales, de orden y de sintaxis, que me han ayudado mucho a expresar lo que quiero en mi obra.

Tu obra me recuerda mucho a los artistas oaxaqueños.

Mis raíces están en Oaxaca, aunque nací en la CDMX. Inclusive, mi abuela hablaba dialecto. Genéticamente, traigo toda esa carga del color y la forma que vemos en los artistas oaxaqueños. Incluso, soy amigo de varios de ellos.

¿Cómo ha sido para ti vivir este momento, cuando los recintos artísticos están cerrados?

Tiene dos vertientes. No me ha afectado el encierro, porque para mí es un placer levantarme, irme al taller y parar de pintar a las diez de la noche. Lo que sí me ha afectado es que la gente no pueda observar mi obra, no hay interacción con el observador, y aunque estoy a favor de las plataformas digitales, no es la misma reacción de una persona al tener la obra a dos pasos de distancia. En lo personal, me gusta ver cómo la gente se comunica con mi obra.

¿Qué personas te impulsaron a ser artista?

La obra de Rufino Tamayo. Siempre me gustó mucho, y desde niño yo decía: “Puedo pintar como él”, porque si algo nos enseñó Tamayo es que el color ha primado sobre la forma. Pero más que personas, me han impulsado los lugeres donde he vivido; aun tratándose de sitios tan diferentes como Tabasco y Japón, sus paisajes me inspiraron para dedicarme al arte, para acercarlos a la gente a través de una pintura.

¿Por qué una persona debería tener una obra tuya?

Trato de que mis cuadros sean muy alegres, llenos de color, formas y figuras, para llevar un momento de felicidad a la gente que los observa. La vida está tan llena de miseria humana que intento ofrecer a las personas un remanso de paz en medio del caos.

¿Cúal es tu soporte favorito?

Soy muy inquieto. Me gusta el lienzo, pero este año llevaré mi obra a la cerámica y al grabado. También hago ilustración sobre papel algodón. Quiero hacer llegar mi voz y mi visión a la mayor cantidad posible de gente.

Edgar es un artista mexicano que ha llevado su obra por el mundo. Recientemente tuvo una exposición en la galería Babel Arte Contemporáneo en Murcia, España. Se ha presentado también en Brasil, India, Argentina e Inglaterra. En el ámbito nacional, su trabajo se ha expuesto en Querétaro, San Miguel de Allende, en el FARO, Universidad Anáhuac Norte, Museo de Juguete Antiguo Mexicano y el Instituto Nacional de Bellas Artes, entre otras instituciones. Te invitamos a conocerlo.

El barbón, 2018.
Acrílico y
tinta china.
36 x 52 cm.
*Precio
$20,000 MN

 

 

 

 

 

 

 

Everything is gonna be ok, 2015. Acrílico sobre lienzo.
180 x 120 cm.
*Precio $60,000 MN

Retrato de familia, 2015.Acrílico y arenas, 160 x 120 cm. *Precio $70,000 MN

Verde Mar, 2019. Acrílico y Arena. 120 x 100 cm. *Precio $45,000 MN

Por amor,
2020. Mixta
50 x 70 cm.
*Precio
$25,000 MN

 

 

 

 

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4 Comentarios

Mich marzo 6, 2021 - 7:43 am

Edgar ademas de ser una excelente persona, es un excelente artista, muchas felicidades para él.

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Martha GM marzo 6, 2021 - 10:52 am

Amo cada símbolo y rasgo que tienen tus piezas, el manejo de color y tu particular manera de trabajar con las formas. Cada que se contempla una pieza tuya, se puede encontrar algo nuevo o diferente.

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Melba marzo 7, 2021 - 3:14 pm

Tengo la dicha de conocer a Edgar desde hace muchos años, es un ser humano excepcional y ni qué decir de su tremendo talento. Tener una de sus obras en casa es una invitación a quedarte un rato en la sala contemplando y descubriendo nuevos detalles en ella.

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