La actriz se caracteriza por interpretar personajes que rompen el estereotipo de la mujer sumisa. En los próximos cuatro meses podremos verla en El club de los idealistas, que llegará a los cines el 17 de septiembre, además de en la segunda temporada de Monarca y en Ocho de cada diez, cinta que ella produce y actúa. Para saber más de estos proyectos, conversamos con ella.
Daniela es una persona directa, abierta, valiente, independiente y con una gran sensibilidad para expresar lo que siente. A sus personajes los ha dotado también con estas características, para que se queden en el subconsciente del espectador.
¿Qué debe tener un proyecto para que Daniela Schmidt lo acepte?
Debe apasionar a las personas que quieren llevarlo a cabo, para que me contagien esa pasión. No importa si es comedia o drama, una telenovela, película o serie: simplemente tiene que venir del corazón.
¿La mayoría de tus personajes son fuertes?
Sí, casi siempre piensan en mí para ese tipo de papeles, un tanto por mi fisonomía, pero también porque me interesa mucho interpretar papeles de mujeres que rompen el statu quo, las reglas; que exigen sus derechos y no abandonan la lucha. Sin embargo, también me encantan los personajes que muestran vulnerabilidad. Siempre me han parecido los más entrañables, porque pueden romperse y reconstruirse, y nos hacen ver su alma.
¿Qué fue para ti interpretar a Paulina en El club de los idealistas?
Fue increíble, porque si bien no aparece hasta el final, es una mini bomba atómica que cimbra al grupo de idealistas y sacude su entorno. Este personaje me recuerda al que Meryl Streep interpretó en Kramer vs. Kramer. Es una mujer que deja a su familia porque tiene la misión de encontrarse a sí misma, darse un poco de amor para seguir adelante y transformarse.
¿Por qué la gente tendría que ver esta película?
Porque es una historia que habla sobre la amistad, de cómo tus amigos son la familia que eliges, porque en estos momentos es importante saber que puedes confiar plenamente en alguien, pero además nos hace entender que a los amigos hay que cuidarlos, darles su tiempo.
¿De qué trata Ocho de cada diez?
Es la historia de Aurelio, un hombre a quien le matan a su hijo de 20 años en el Centro de la CDMX. Él inicia un viaje por los recovecos del sistema judicial mexicano para darse cuenta de que la justicia no va a llegar por esa vía. Cuando le ofrecen solucionarlo por fuera se encuentra con Citlalli, una mujer que está buscando rescatar a su hija de un esposo violento y abusador. La alianza que se forma llevará a estos dos padres desesperados a encontrar la justicia que tanto anhelan, y el amor.
¿Qué significó para ti no sólo actuarla, sino producirla?
Fue increíble. Fue un proceso hermoso y duro a la vez dar vida a esos personajes, con circunstancias muy complicadas. Trabajar con Sergio Umansky, escritor y director de la película, siempre ha sido una delicia. Y acompañar en la actuación a Noé Hernández fue casi una experiencia religiosa.
