Castello di Reschio, un lugar para enamorarte

por Verónica Aguirre
Castello di Reschio fue remodelado  por la familia Bolza, y hoy te recibe con los brazos abiertos para que pases unos días maravillosos disfrutando sus alrededores.

Ubicado en la región de Umbría, en el corazón de Italia, el Castello di Reschio cubre una extensión de 1497 hectáreas. Adquirida por el conde Antonio Bolza en 1994, durante los últimos 27 años la propiedad fue cuidadosamente restaurada por el conde, por su hijo Benedikt y por su nuera, Donna Nencia. El ambicioso plan de remodelación se inició con las granjas que rodeaban la construcción principal, para convertirlas en casas privadas. Hasta hace muy poco, en el castillo sólo habitaba la familia y algunos invitados especiales, pero a partir de abril el Castello di Reschio alberga un hotel de 36 habitaciones, un restaurante y un spa que los visitantes pueden disfrutar para olvidarse de la vida diaria y sumergirse en la quietud de la campiña italiana.
Cada una de las habitaciones (treinta de ellas dentro de la muralla del castillo y seis más cerca de la Iglesia de San Miguel) ofrece una excelente vista de los campos alrededor y al patio central del castillo. La propiedad fue remodelada con gran cuidado, fusionando el elegante estilo italiano con la belleza natural del entorno, y en la decoración abundan las artesanías y antigüedades de la región, generando espacios únicos y caprichosos que sumergirán al visitante en un ambiente único para pensar, disfrutar o perderse mirando al horizonte. Todas las suites son maravillosas, pero la que se ubica en la torre es simplemente indescriptible.

Todos los platillos servidos en el Ristorante al Castello se preparan con productos orgánicos de su huerta, de los viñedos, bosques, olivares y colmenas que se encuentran dentro del castillo; el menú rinde homenaje a las maravillas culinarias que se sirven en las casas italianas.
Si quieres leer un libro con toda tranquilidad, ve al Palm Court, donde te ofrecerán una extensa selección de tés y pastelillos para acompañar.
Y si aún no te has enamorado de este lugar, su spa se ubica en lo que antiguamente fue una bodega. Allí te esperan el sauna, un hammam y una gran piscina de inmersión etérea, además de dos salas para tratamientos.
Este lugar está pensado para que te dejes inundar por el amor y la belleza de Italia.

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