Claudia Lizaldi en MasterChef

por Joel

A punto de abordar un avión que la llevó a París en compañía de su hija, Claudia Lizaldi charló con Distrito sobre su extensa trayectoria: recordó a la chica que comenzó en el programa A la cachi-cachi porra, de Canal 11, y comentó el momento de plenitud que vive como conductora de MasterChef Celebrity, en TV Azteca.

De oficio conductora y apasionada de la actuación, Claudia Lizaldi reveló cómo se siente en cada faceta, y dio un adelanto de un proyecto cinematográfico maravilloso que está desarrollando para los niños de México.

Claudia, ¿qué se viene en MasterChef Celebrity?

¡Uy, estará muy divertido! Vamos rumbo a la final, para conocer al ganador de MasterChef Celebrity 2024. El proceso me ha dejado llena de alegría. He conectado con todas mis celebridades. Los admiro a todos un montón. ¡Me encantan la grabación, el proyecto, el proceso, las celebridades! A los chefs les he agarrado un gran amor. ¡Somos familia! Desde el año pasado, nuestro showrunner nos decía a Zahie (Téllez), Poncho (Cadena), Adrián (Herrera) y a mí “Los cuatro fantásticos”, y así se nos quedó, porque tengo una relación bien bonita, de hermandad, con ellos tres, como chefs y como jurado. Y de verdad, mis respetos para la dedicación y la entrega del equipo. Para mí es un honor trabajar con ellos. Con Zahie, haz de cuenta que fue un reencuentro —no un encuentro—. Para mí es como una hermana perdida que yo tenía por ahí, y amo trabajar con ella. Cada día, cada llamado, cada episodio que ustedes ven en televisión, para nosotros ha sido increíble. Estoy muy agradecida, porque cubre todo lo que yo habría deseado de un programa para conducir. Soy privilegiada al poder participar después de mujeres increíbles como Annette Michel, Rebecca de Alba y Tatiana. Tener la oportunidad y la bendición de ser la conductora de MasterChef es un regalo infinito.

Con dos temporadas en MasterChef Celebrity ¿cómo has evolucionado en tu faceta de conductora de televisión?

¡Pues ya son 26 años de carrera! Empecé en el Canal Once, con A la cachi-cachi porra, en 1998. Ahí arrancó mi carrera, y la evolución ha sido sorprendente. Cuando uno inicia el camino está lleno de ilusiones, y puedo confirmar que cada una se ha cumplido. He tenido la oportunidad de actuar, de producir, de conducir y de dar conferencias. Ahora mismo estoy en la preproducción de Bonito, una película que yo escribí. La cinta habla bonito y bien de México. Estoy llena de gratitud por estar produciendo un proyecto que yo escribí para niños, una película animada. Estoy en teatro con Venecia bajo la nieve, en televisión con MasterChef Celebrity… Estoy con mi proyecto personal, que es Casa consciente, en Mérida. Estoy con mis hijos, con mis padres vivos… ¡tengo todo!

La vida cambia sin cesar, lo sabemos, pero hoy me siento en el mejor momento de mi vida, y mira que siempre me he sentido una mujer bendecida. Entonces, en mi carrera como conductora, mi paso por MasterChef Celebrity en una segunda temporada es una gran evolución. Los seres humanos no podemos dejar de evolucionar, es imposible. Y merecemos darnos permiso para evolucionar de manera consciente; de otra forma, lo haremos a trancazo limpio, pero lo haremos. Y si bien es cierto que he tenido tropezones y caídas y he tenido tiempos duros, siempre lo he vivido con una sonrisa, con el corazón abierto, y por más duro que haya sido, lo digo con gratitud, soy una persona muy feliz.

¿Cómo has dado tu toque personal a MasterChef Celebrity?

He aportado mi corazón, además de horas y horas y horas de trabajo. Finalmente, eso se traduce en una especie de sacrificio, porque no estoy con mis hijos todo el tiempo que quisiera. Pero pongo el alma en el programa porque lo amo con el corazón. MasterChef Celebrity es un proyecto tan bonito, tan noble, tan profundo, tan de cambios también… Es un programa en el que se celebra algo fantástico: la cocina, donde se transforman los alimentos que la Madre Tierra nos da en algo bello, nutritivo y delicioso. Para mí es el acto más alquímico que existe: tomar los frutos de la tierra y convertirlos en comida.

Desde tu posición como conductora ¿qué participante ha tenido mayores progresos en el aspecto gastronómico?

Ferka (María Fernanda Quiroz) ha tenido una evolución increíble. Rossana (Nájera) ha sido una sorpresa en cada programa; sí ha evolucionado, pero siempre ha sido extraordinaria. Jawy (Méndez) es un niño muy competitivo, entregado e increíble; es un atleta en todo sentido, y lo admiro muchísimo. Creo que el más meteórico de todos, definitivamente, es Rey Grupero. ¡Qué manera de sorprender en todo sentido, con el corazón nobilísimo de un niño que se sorprende a cada segundo con la belleza de la vida! Harold (Azuara) me tiene con el corazón en la boca, porque siempre está entre que se va o se queda, que se va, y sorprende con platos increíbles. Ernesto (Cázares) también. La verdad es que todos han puesto el corazón en la cocina. No obstante, dos personas han mostrado una mente fría y van progresando —porque en la cocina de MasterChef se aprende mucho—. Una es Litzy, a quien amo y admiro también; ella y Rossana son mis guisanderas, porque han sido mágicas y poderosas para la cocina. Y de Laura (Bozzo) ¡¿qué te puedo decir?! Ella pone el fuego, el chile y mucho sabor en la cocina.

Ya son siete años en TV Azteca. ¿Cuál es tu balance en esta etapa de tu trayectoria profesional?

He trabajado en prácticamente todas las televisoras. En Canal Once; en Canal 22; en Telemundo, que me dio la oportunidad de actuar con Camelia la Texana… Pocas veces he actuado en televisión, lo he hecho más en teatro y cine. En Univisión hice Fábrica de garra, con Tigres, un programa de futbol para niños. En Televisa hice gran parte de mi carrera. TV Azteca es mi casa hoy, y me cobija con independencia, y les agradezco porque sin ningún problema puedo hacer Teletón, que amo con el corazón también, llevo más de veinte años haciéndolo como una de las conductoras principales. Estoy en una época muy bonita con TV Azteca. Empecé con Grandes chicos, los domingos. Hay quien dice que fue un fracaso, pero no: fue un contrato para hacer solo seis programas. Después, en MasterChef Celebrity, que había sido un exitazo con Anette, tuve la enorme oportunidad de pisar por primera vez ese increíble escenario los domingos en la noche. Pero yo con Azteca empecé desde el CEFAT. Ahí estudié actuación desde que estaba en Canal Once conduciendo A la cachi-cachi porra con mi querido y admirado Raúl Quintanilla. También tengo una larga trayectoria en el cine, y todo eso me hace sentir muy afortunada.

¿Conducir o actuar? ¿Qué faceta te gusta más?

Es diferente. La conducción es mi profesión, yo me dedico a conducir. Es la parte central de mi carrera; de oficio yo soy conductora, es algo que domino. A mí me das un micrófono y floto, vuelo… es lo que sé hacer. Luego está la actuación, que es mi pasión. Para mí actuar es un regalo de la vida. ¡Bueno, yo pago por pisar un escenario en el teatro, lo adoro! Disfruto mucho conducir o dar conferencias en las que se combinan mis pasiones: la transformación y evolución del ser humano, el poder de la mujer —no empoderar, porque el empoderamiento viene de afuera hacia adentro—. Últimamente, mi misión se enfoca mucho en que las mujeres sean conscientes del poder que poseen, porque en nuestra sociedad lo tiene el hombre, sostenido por la mujer; este es un mundo de hombres, y nosotras como mujeres debemos abrirnos paso en esta dinámica, en la que para moverte cómodamente —hay que decirlo, aunque suene materialista, es real— dependes del éxito económico. Y ese es un juego que dominan los hombres, en un tablero que ellos inventaron. Pero esto ya cambió desde hace mucho. Creo que la casa es de ambos. El mundo de los negocios debe ser de ambos. El mundo productivo también debe ser de ambos y, por lo tanto, la responsabilidad en todo sentido, tanto de manutención como de sostén, también debe ser para ambas partes.

Mi profesión es la conducción, mi pasión es la actuación. Mi misión en la vida es ser un despertador, una alerta, dar ese recordatorio del poder que todos tenemos dentro. Y en las conferencias se reúne todo eso. Gracias a Dios, tengo la oportunidad de estar en todos esos ámbitos con alegría, muy segura de mí, pero no desde una seguridad arrogante, sino desde la seguridad con una profunda humildad y gratitud absoluta por hacer algo que amo, y vivir de eso. Y eso no tengo con qué pagarlo a Dios, a la vida, a mis padres. El sitio donde estoy me permite hacer todo lo que quiero, con mucho amor.

Claudia, ¿cuándo veremos Bonito, y quién te acompañará en este proyecto?

Tengo cartas compromiso de muchos compañeros maravillosos, pero falta, porque es un proceso de animación. Pienso que la veremos a finales de 2026, pero antes de eso los niños podrán vivir algunas experiencias, probablemente hacia finales de este año, o tal vez en el primer trimestre de 2025, para que los niños conozcan su país desde otro ángulo. Un país poderoso, sabio, profundo, generoso, el país que realmente somos, y no es que todo lo demás que estamos viviendo no exista, pero México es mucho más que la realidad de las noticias, que solamente están para que podamos brillar más fuerte. Eso es lo que creo, y es lo que quiero contarles a los niños para que podamos vivir un futuro distinto. Necesitamos una visión de país mucho más luminosa para poder vivirla. Si la podemos imaginarla, vamos a crearla.

En retrospectiva ¿qué le dirías a aquella chica que hace tiempo conducía A la cachi-cachi porra?

Le diría: “Sigue como vas, creyendo, confiando, creando. Te vas a caer, pero te vas a levantar. Y cuando te levantes, irás de la mano de Dios y con una sonrisa. Y eso te convertirá en una mujer de quien estarás orgullosa”.

Principal rasgo de tu carácter…

Alegre.

Tu ideal de felicidad…

Vivir en el presente.

La flor que más te gusta…

Las rosas.

Tu músico favorito…

Los Beatles.

Escritor favorito…

Miguel Ruiz como inspiración. Sándor Márai como novelista.

Un pintor o un escultor…

Jorge Marín, mi compadre. Es pintor y escultor.

Tu héroe de la vida real…

Mis hijos.

Una figura histórica que admires…

Jesús.

¿Libros o películas?

Los dos. Espero no tener que escoger, porque amo leer y amo ver películas.

Un libro y una película que te hayan marcado en la vida…

Como película, mi favorita es El lado oscuro del corazón, de Eliseo Subiela, la 1 y la 2, pero bueno… con que vean la 1 me conformo. Y muchos libros han marcado, literalmente, mi vida. Yo leo muchísimo y me encanta leer, pero hay un libro en especial, una novela, que me agarró en una época de mi vida: La elegancia del erizo. Es un libro que tocó profundamente mi corazón, como que me aterrizó en una humana que me gusta mucho ser. Es de Muriel Barbery, una autora francesa.

Sigue a Claudia Lizaldi en Instagram.

Si te gustó este artículo, te puede interesar este de Camila Fernández.

Te recomendamos:

Dejar un comentario