La meditación es una práctica de concentración y atención que consiste en alterar nuestro estado de conciencia para liberar la mente de pensamientos y experimentar calma y tranquilidad. Y aunque es muy efectiva para mejorar la atención y reducir el estrés, existen muchos mitos sobre esta técnica. Checa cuáles son los más comunes.
- Meditar es dejar la mente en blanco.
La mayoría de la gente que nunca ha meditado piensa que esta práctica consiste en dejar la mente en blanco. Esto es un error, porque dejar la mente en blanco es una tarea casi imposible. El objetivo de la meditación es concentrarse en un solo pensamiento o foco de atención.
- La meditación es una práctica religiosa.
Es importante aclarar que el yoga y la meditación son disciplinas milenarias y trascienden las religiones. Para meditar no se necesita pertenecer a alguna religión específica, y la meditación brinda los mismos beneficios a gente de todas las religiones, nacionalidades y creencias.
- Es necesario sentarse en la posición del loto para meditar.
Seguramente has notado que muchas personas que meditan lo hacen en esta postura. Ésta tiene un significado especial para un yogui, porque representa una flor de loto, pero no es necesario asumirla para meditar. Lo más importante es mantener la espina dorsal recta y la cabeza, el cuello y los hombros relajados, en la posición que más te acomode. Así mismo, es importante elegir un lugar tranquilo, usar ropa cómoda y enfocar la mente en un solo pensamiento, siguiendo el ritmo de la respiración.
- La meditación es como la hipnosis.
Esto es completamente falso, puesto que durante la hipnosis las personas no están conscientes de lo que sucede y se les lleva a revivir impresiones atrapadas en la mente. En la meditación sucede lo contrario, pues se produce un cierto estado de alerta sobre el momento presente y busca liberarnos de esas impresiones, para que la conciencia alcance claridad y concentración.
- Se necesita mucho tiempo para meditar.
Es verdad que algunos practicantes avanzados de meditación van a retiros que pueden durar días, meses o años, y que existen salones de clases con horarios establecidos para meditar. Sin embargo, esta práctica no requiere un tiempo ni un horario específico. El tiempo lo dispones tú, puesto que cada persona tiene diferentes hábitos y un reloj biológico propio, y el principal objetivo es calmar la mente y dejarla libre de presiones.
Seguramente existen muchos más mitos sobre la meditación, pero lo cierto es que no significa elevar la mente ni lograr un estado de hipnosis; es una práctica de concentración y de atención, que consiste en alterar nuestro estado de conciencia para desocupar la mente de pensamientos, experimentar calma y tranquilidad, hacer contacto con el alma y equilibrar las emociones, para dar sentido a la vida y disfrutar más de ella.
Así que, una vez desterrados esos mitos, considera la idea de dedicar unos minutos a tu día a meditar, y recibe ya sus beneficios.
