Medicina de precisión en oncología

por Redacción Distrito

En estos tiempos, el término “medicina de precisión” se ha vuelto muy popular, particularmente entre la prensa médica no especializada y de divulgación. Tanto, que se le han dado usos y significados muy diversos, que pueden resultar confusos para muchos. Se define la medicina de precisión (o “medicina personalizada”) como un método de atención que permite a los médicos seleccionar tratamientos con mayores probabilidades de ayudar a los pacientes, considerando el trasfondo genético de la enfermedad. Esta idea no es nueva, pero adelantos tecnológicos recientes han causado un crecimiento explosivo en este campo de investigación.

Cuando una persona es diagnosticada con una enfermedad, usualmente recibe el mismo tratamiento que otras personas con el mismo tipo de enfermedad, en apariencia clínica. Sin embargo, cada enfermedad es diferente, como cada individuo, y son justamente esas diferencias las que causan que cada paciente responda de forma diferente al tratamiento.

El concepto “medicina de precisión” aplicado al cáncer dio origen a la oncología de precisión. Las decisiones sobre el tratamiento del cáncer se toman en función de las características genómicas y moleculares del tumor en cada paciente. La oncología de precisión permite ofrecer a una fracción de los pacientes con diferentes tumores tratamientos personalizados, enfocados en las alteraciones moleculares o genómicas que provocan el desarrollo del cáncer, con mayor especificidad y, por tanto, mayor eficacia y menor toxicidad que los tratamientos convencionales. Esto se evalúa mediante tests genómicos o moleculares realizados en células del tumor o en la sangre periférica, y permite seleccionar mejor la terapia para cada tumor. Sin embargo, no todos los pacientes en la actualidad pueden beneficiarse con estas técnicas, porque no todos los tumores expresan alteraciones potencialmente tratables. A pesar de ello, se han dado avances importantes, y ya son incontables los casos de éxito en pacientes con cáncer a quienes se les ofreció un tratamiento dirigido, muchas veces con posibilidad de curarse.

Los análisis genómicos y moleculares ayudan a obtener un mejor conocimiento sobre la naturaleza de los diferentes tipos de tumores. Además, la información genómica y la respuesta a los tratamientos dirigidos puede compartirse con otros investigadores, generando un conocimiento oncológico global que ayuda al desarrollo científico. Finalmente, la medicina de precisión impulsa la investigación clínica, al determinar el porcentaje de pacientes con una determinada alteración que podrían beneficiarse de un tratamiento dirigido, fomentando el desarrollo de nuevos fármacos.

La medicina es una ciencia en continua evolución. En la medida en que contemos con mayores conocimientos sobre las causas genéticas y moleculares de la enfermedad, cada vez más pacientes podrán verse beneficiados, y tal vez algún día quizá se logre ganar la carrera contra el cáncer. (Texto Dr. Carlos Molina Calzada, médico oncólogo/Centro Oncológico Angeles Lomas).

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