Los murales de Ciudad Universitaria

por José Antonio Sánchez Miravete
En 1945, tras la decisión de construir la nueva sede de la Universidad Nacional en la zona del Pedregal de San Ángel, los directores del proyecto, Enrique del Moral y Mario Pani, convocaron a cuatro artistas plásticos para que plasmaran su propuesta estética en los muros de algunos de los edificios. Estos artistas fueron David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, Juan O’Gorman y Francisco Eppens.

Entre 1949 y 1952 tuvieron lugar los trabajos. El primero fue David Alfaro Siqueiros, quien embelleció la Torre de Rectoría con una pintura escultórica con relieves titulada El pueblo a la Universidad, la Universidad al pueblo, que se develó formalmente en 1956. Siqueiros realizó posteriormente, en el mismo edificio, Las fechas en la historia de México, y por último el llamado Nuevo emblema universitario. Diego Rivera no logró terminar su obra, también en relieve, porque murió en 1957; en el Estadio Universitario se aprecia La Universidad, la familia mexicana, la paz y la juventud deportista construida en el talud perimetral del estadio. Juan O’Gorman, de quien hemos hablado en publicaciones anteriores, creó una obra referencial en el muralismo mexicano: la fachada de la Biblioteca Central, Representación histórica de la cultura.

De los cuatro, quiero dedicar el resto del texto a Francisco Eppens. Mucho se ha hablado de los tres artistas excepcionales que comenté líneas arriba, pero muy poco sobre Eppens. Le correspondió trabajar en la Facultad de Medicina. Su obra La vida, la muerte, el mestizaje y los cuatro elementos, realizada en 1954, representa la concepción cosmogónica indígena a partir de los cuatro elementos. Esta obra, que describiré posteriormente, nos da una idea del pensamiento del artista.

Francisco Eppens Helguera nació el 1 de febrero de 1913 en San Luis Potosí, SLP. Fue hijo de Francisco Eppens Campillo, nacido en Basilea, Suiza, y de Eloísa Campillo, nacida en Hermosillo, Sonora. Su abuelo, Adolfo Dietrich Eppens (1852-1928), encabezó una familia dedicada al comercio en San Luis Potosí. Durante muchos años fueron propietarios de la ferretería La Palma. La familia posteriormente radicó en la Ciudad de México, donde Francisco inició su instrucción en la primaria Benito Juárez, y cursó la secundaria en la Escuela Oficial Número 3 por consejo de su tío, Wilfrido Massieu. En 1927 ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes, la antigua Academia de San Carlos. Trabajó como dibujante en compañías publicitarias y participó en varios concursos de carteles. Entre 1934 y 1951 diseñó timbres fiscales, estampillas postales e imágenes conmemorativas, que le valieron premios internacionales.

En 1968 diseñó el actual Escudo Nacional, el que vemos en las monedas de uso corriente en México; ese escudo hoy está más allá del planeta que habitamos, pues entre el material dejado en la Luna por los astronautas norteamericanos en la nave espacial Apolo 11, en 1969, el gobierno mexicano envió en microfilm su Emblema Nacional. En 1973 hizo la escultura de acero de Framboyán en Veracruz, una variante del Escudo Nacional. En la Unidad Habitacional Independencia hizo otra obra con tema prehispánico para conmemorar los 150 años del inicio de la gesta libertaria. Dedicaré una entrega posterior a este emblemático conjunto habitacional.

Regresando al mural en la Universidad, está realizado en cerámica vidriada, y en él los cuatro elementos están representados de la siguiente manera: el agua, presente en el rostro de Tláloc con ojos de serpiente y fauces del tigre, además del caracol, el ajolote y la pulga de agua. El aire lo representen las franjas de la mariposa, el águila y el zopilote real. La tierra está al centro, y en la parte superior, el fuego, representado por los soles mayas. En la Facultad de Odontología realizó el mural La superación del hombre por medio de la cultura, donde Prometeo emerge de las raíces del mundo.

Francisco Eppens realizó muchas obras en diferentes formatos y técnicas: pintura de caballete; murales en varios sitios: el Hospital Infantil de México “Federico Gómez”; murales de la Compañía Mecánica y Metalúrgica, el Club Deportivo Suizo de México, el Monumento Memoria a Bruno Pagliai, el ININ, el Teatro Morelos, el Monumento Señal en Zacatecas, y muchos más.

Francisco Eppens falleció el 6 de septiembre de 1990 en la Ciudad de México.

Para la realización de este texto fueron de gran ayuda el volumen Francisco Eppens, Revolución, Nación, Identidad, de Leticia Pérez Orozco (2013), así como el texto “Aventura e innovación por México en Ciudad Universitaria”, de Begoña Zorrilla, aparecido en la revista Mexicanísimo Núm. 70.

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