En un día memorable, y tras ardua preparación, Kristal Silva fue proclamada la mujer más hermosa de Tamaulipas, y después del país entero, al ganar el certamen Nuestra Belleza 2016. Ese logro puso los cimientos de una trayectoria que se caracteriza por su versatilidad en el mundo del espectáculo.
En entrevista con Distrito, Kristal recuerda el proceso que la llevó a representar a México en Miss Universo. No fue fácil: debió vencer inseguridades y trabajar en su autoestima para descubrir una belleza más profunda, y el potencial que la ha llevado a emprender una carrera como cantante en Reinas de Corazones y a afianzarse como presentadora en Venga la alegría, de TV Azteca.
Kristal, estás en tu séptimo año en Venga la alegría. ¿Cómo has evolucionado como presentadora del programa?
Desde el inicio, el programa ha sido para mí una escuela, un sube y baja de emociones. Cuando llegué a Venga la alegría tuve la oportunidad de cubrir a muchas conductoras, entre ellas Tania Rincón, Vanessa Claudio e Ingrid Coronado. Aún me tocó compartir con esa generación. Yo veía el talento de mis compañeras, y decía: “Espero que pueda quedarme y estar ahí algún día”. Cuando me dieron la oportunidad, en enero de 2019, dije: “Muy bien, tal vez no tenga mucha experiencia, pero voy a entender cuál es la misión de este programa, que es entretener al público, manteniendo mi propia esencia”. Y así conocí un lado de Kristal que valoro muchísimo porque, no sé si muchos lo sepan, pero yo vengo de los concursos de belleza; no tenía experiencia como conductora, y no sabía qué tan buena o mala era hasta que me dieron la oportunidad. ¡Y me gustó! Se volvió parte de mi pasión.
En estos años hubo un poco de todo. He estado en pocas secciones, pero ya me dan la oportunidad de llevar más que un segmento de juegos o de belleza, para hablar de otros temas y manejar contenidos que antes no dominaba. Me encanta que Venga la alegría sea un programa tan versátil, porque he tenido un crecimiento maravilloso. Todos los días aprendo algo.
¿Cuál ha sido la clave para que Venga la alegría se mantenga vigente?
Hablando de un programa matutino de revista como este, una clave del éxito es que podemos ver a sus conductores tal cual son en las redes sociales. En ese sentido, hemos debido involucrarnos en las redes, para que el público vea algo más que lo que hacemos como presentadores: tenemos nuestra personalidad, dominamos diferentes temas. Participar en las redes ha tenido un gran efecto en el público que nos sigue. Eso ha sido importante para esta nueva generación de la televisión.
En mi caso, cuando llegué al programa esperaba estar involucrada tanto en las redes como en la televisión. Me tocó la libertad de ser yo, sin necesidad de seguir la escuela de antes, un poco más posada, más políticamente correcta. Desde el primer día pude ser libre en la manera como me presento en la pantalla. Creo que eso ayudó a que el público me aceptara de la mejor forma.
Un gran momento de tu trayectoria vino en 2016, cuando ganaste el certamen Nuestra Belleza y luego representaste a México en Miss Universo. ¿Qué esfuerzos implicó haber logrado esos objetivos?
El mayor sacrificio siempre fue estar lejos de mi familia. Luego del concurso Miss Universo ya no regresé a Tamaulipas, mi tierra, y tuve que ser más independiente.
Durante el proceso —porque, aunque se dice fácil, fueron muchos años— pasé por muchos concursos para llegar al nacional y al internacional, y hubo que dejar a un lado las inseguridades, porque yo era una niña con muy baja autoestima. En mis inicios en los concursos de belleza, la verdad, no veía más allá de lo físico, y buscar otras virtudes en mí fue parte del proceso. El mayor aprendizaje de ser reina de belleza fue encontrar un lado nuevo de Kristal, conocer un poco más de mí y aprender a valorarme, a quererme y a saber que lo bonito que tengo me da el lugar en donde estoy. Con esos concursos se abrió un mundo de oportunidades, en la televisión y en otros ámbitos. Uno de los mayores retos que superé fue aceptarme, entender que nunca encontraremos la perfección y que el amor propio es lo más importante cuando pisas un escenario como Miss Universo.

¿Cómo descubriste tus talentos como modelo, presentadora y cantante?
La verdad, ha sido un mundo de sorpresas. Hay etapas de la vida cuando dices: “Creo que puedo intentar, y vamos a hacerlo”. Desde muy pequeña me gustó cantar, siempre me gustó el baile, e Incluso la actuación me llamaba la atención, pero era una niña muy insegura y tenía miedo al escenario, a hablar en público. Entonces, con el pánico escénico que no me dejaba, llegó un punto en la adolescencia, ya casi llegando a la universidad, cuando dije: “El miedo no me va a servir para nada”. Entonces, el primer paso fue entrar a los concursos. Ya que empecé con el modelaje y el mundo de la belleza, pensé que si se daban las oportunidades y se abrían las puertas de la televisión, pues adelante. Ya nunca decía “no”, porque se me había quedado grabada la mentalidad que tenía de niña, y decía: “No puedo, no puedo, no puedo”. Entonces, cuando decidí hacerlo y vi que logré mucho, dije: “Pues a todo lo que surja voy a decir ‘no pasa nada’. Lo voy a intentar, lo haga bien o no”.
Cuando llegué a Venga la alegría, me di cuenta de que debes ser muy versátil y hacer un poco de todo: bailar, cantar, incluso hacer sketches. Eso te saca de tu zona de confort. Entonces, en el programa empecé a redescubrir el gusto por hacer lo que de niña quería. Y cuando me invitaron a Reinas de Corazones, el grupo en el que continuamos, dije: “Pues ya canté en público, ya me vieron hacerlo, ahora me falta pulirme. ¿Qué más da intentarlo?”. Entonces, así ha sido. La verdad es que en cuanto me dan la oportunidad digo: “Va, lo hago”. Veremos si soy buena. Si lo no soy, no pasa nada. Me río de esto, pero lo hice. No quiero quedarme con las ganas de nada. Ahora me falta la actuación, Ya tengo en mente incluir eso en mi vida antes de que se vuelva más complicado por mil asuntos personales.
En estas facetas ¿quiénes son tus inspiraciones? ¿A quién admiras?
Mi admiración total siempre ha sido para mi familia. En un momento, la gente me decía: “¿Cómo te mantienes igual que siempre? Porque en el lugar donde estás es muy fácil que se te suban los humos”. Y yo les digo: “Mira, mi familia siempre ha sido muy sencilla. Mis papás y mis hermanas me mantienen con los pies en la tierra”.
Hablando profesionalmente, cuando llegué a Venga la alegría encontré a Sergio Sepúlveda, un conductor admirable, porque conoce perfectamente la televisión, y él me ha guiado para ser mejor. Lupita Jones, en su momento reina de belleza, vio algo en mí. De hecho, ella fue la primera que me dijo: “Yo te veo más como conductora que como actriz”, y yo todavía no empezaba. Ella fue la que me propuso como conductora en TV Azteca, y me quedé. Entonces, nunca voy a olvidar a esas personas que creyeron en mí cuando empezaba, y a la fecha siguen apoyándome en lo que hago.
También ha sido muy importante mi esposo (Luis Ángel Garza), quien, haga lo que haga, me dice: “Estás bien loquilla, pero siempre voy a estar ahí”, y me echa porras, me ayuda mucho. Él está viviendo esto, muy de cerca conmigo. Siempre viviré agradecida porque en él encuentro amor y apoyo.
En el ámbito musical, ¿cómo ha sido tu faceta como cantante?
Hace unos dos años, Jimena Gállego, conductora de Telemundo, me hizo la invitación: “Oye, vieja —así, con cariño—, me comentaron que te vieron cantar en un reality de Venga la alegría, y queremos invitarte a un grupo”. Y yo: “Bueno, pero no soy cantante”. Y me dice: “No pasa nada, va a haber maestros, vocal y de música, que te van a guiar. Te vamos a preparar antes de subir al escenario”. Y acepté. Estuvimos tres o cuatro meses practicando con el resto de las Reinas de Corazones (Shanik Aspe, Emma Escalante y María Inés Guerra). Ahí empecé a tomar clases profesionales.
Yo antes cantaba solo de oído. Desde muy chiquita me gustaba cantar y me gustaba la música, incluso, escribía las canciones para tener un poco de noción, pero nunca lo había hecho de forma profesional. Empecé a prepararme con Reinas de Corazones, que tienen grandes antecedentes: María Inés canta desde La Academia, tiene muchas tablas. Shanik también había tomado clases. Jimena también es cantante desde hace muchos años. Emma ya tenía las bases. Yo era la más verde, pero siempre estuvieron ahí para apoyarme. Y la verdad es que me decían: “Aprendes muy rápido”, y eso es porque soy muy comprometida. A partir de ahí me pulí. No puedo decir que soy la mejor cantante, pero he mejorado mucho gracias a este proyecto.
¿Qué planes tienes a futuro con Reinas de Corazones?
Ahora empiezan con giras. No he tenido oportunidad de viajar con ellas, porque lo hacen entre semana. Para mí no es fácil viajar a la provincia; me estoy frenando un poco por Venga la alegría. Pero queremos hacer una gira en varias ciudades en la República y, por qué no, fuera del país también. Queremos grabar un disco. Ya tenemos dos canciones grabadas, dos covers, por la oportunidad que nos dio Warner Music. Queremos crecer como grupo, porque mucha gente tiene la percepción de que solo somos conductoras y actrices, y la realidad es que todas sentimos pasión por la música desde hace muchos años, y muy poca gente reconoce este lado de cada una. Entonces, nos encantaría hacer un disco con canciones propias, para que no solamente cantemos covers de las reinas de la música, porque eso es lo que lo que hace Reinas de Corazones: cantar covers de mujeres muy conocidas, divas de la música. Entonces, a futuro me encantaría tener incluso un disco, si es posible, como solista.
A la par de la carrera tan completa que estás desarrollando, ¿cómo haces para tener un equilibrio con tu vida personal?
A mi esposo y a mí nos ha ayudado mucho nuestra fórmula. Él también está enfocado en su trabajo y en sus cosas personales, y tenemos súper claro cómo es la relación, en la que cada uno tiene su trabajo y sus pasatiempos. Y está bien que cada uno sea individualista en ese sentido, pero cuando podamos apoyarnos los dos, lo hacemos. Por ejemplo, si tengo una presentación y él me puede acompañar, yo feliz. Él me ha acompañado a los programas y en algunos especiales que he hecho. Incluso sacrifica sus planes con amigos para estar conmigo, y viceversa. Yo también lo acompaño. Él es abogado; entonces, a mí me cuesta más involucrarme en su vida que a él en la mía. Pero lo hacemos con la intención de seguir trabajando y estar juntos, porque cuando uno tiene su trabajo se vuelve cada vez más difícil tener tiempo para los dos, y ahorita creo que, antes de los hijos y demás planes, queremos aprovechar el tiempo juntos. Por eso hemos unido nuestras vidas y hemos hecho una sola. Ha sido muy fácil; creo que para él ha sido un poco más complicado, porque nunca le gustó el medio artístico, pero se lleva bien con mis compañeros y con quienes me relaciono. Él es súper social, y eso me parece lo más cómodo del mundo, porque así no me preocupo. Yo también soy muy social; entonces, cuando él me invita a seguirlo, no pasa nada. En el éxito de la relación tiene mucho peso que tenemos juntos mucho tiempo: 17 años, que se dicen fácil. Nos conocemos muy bien, y por eso ha salido bien lo que hemos hecho.
Fuera de los estudios de televisión y de los escenarios, ¿cómo es un día en la vida de Kristal Silva?
Disfruto mucho al echar la flojera en mi casa. La gente me tiene en la imagen de “ay, le encanta andar arreglada y en tacones”. Pero no, Kristal es súper relajada. Entre más cómoda, mejor. Entonces, me gusta ver películas, estar en mi casa, encerradita con mi marido. Hacemos una carnita asada o incluso con amigos. La verdad es que soy muy fiestera. También me encanta viajar. Quien me conocen bien sabe que me gusta mucho salir de fiesta y de antro, quiero aprovechar la juventud. Valoro que todavía tengo energía para eso.
Mi marido y yo nos prometimos disfrutar lo más que se pueda antes de tener hijos, porque sabemos que habrá un punto cuando decidiremos descansar para darles tiempo a los hijos. Por ahora nos gusta mucho la fiesta, y aprovechamos para pasar el tiempo con los amigos, porque —tristemente— la familia la tenemos lejos; cuando podemos, viajamos a Tamaulipas los dos para para visitar a nuestra gente que está allá. La realidad es que paso mis días muy tranquila. Tengo una vida súper cómoda, y me siento muy feliz un día estando en mi casa.
¿Cómo visualizas tu carrera en los próximos cinco años?
Me encantaría, además de grabar el disco y seguir en la conducción, tener un proyecto como actriz. Ahorita tengo el dedo en ese renglón, y no quiero quitarlo. Quiero empezar en el mundo de la actuación, quiero proponerme para algunas series o episodios en algún programa de TV Azteca y, por qué no, en alguna plataforma. Eso me encantaría. No quiero quedarme con las ganas y pienso tomar clases de actuación, que me den las herramientas necesarias.

Kristal Silva en breve
Una palabra que te defina…
Determinante.
Tu mayor virtud…
Soy muy transparente.
Defecto que debes corregir…
Soy demasiado exigente conmigo misma.
Un pasatiempo…
Ver películas.
Tu película favorita…
Selena.
Platillo preferido…
La carne asada con tortillas de harina.
Un libro que recomiendes…
Diez negritos, de Agatha Christie.
Un placer culposo…
Híjole. Ver realities de fiesta.
Personaje histórico que admiras…
Jesús.
Tamaulipas…
¡Ah, mi tierra hermosa!
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