Fey
¿Quién te invitó a participar en esta colaboración?
Un día me llamó Erik Rubín, a quien quiero mucho, para decirme que junto con Memo del Bosque, a quien también conozco de toda la vida, estaba organizando algo para ayudar a varias familias en México, y que el proyecto llegaría por lo menos a 12 mil familias mexicanas. Me encantó lo que me platicaron, poner mi voz en una canción tan bonita como Color esperanza. Ésta es Color esperanza México; muchos la tomamos como emblema, porque da una sensación de esperanza, de salir adelante, de “no te rindas”. Entonces, fue un momento muy delicado, muy especial, así que no lo dudé: estaba feliz de que me invitaran. Además, todo lo recaudado está yendo a la Fundación Comer y Crecer, A.C. Es una belleza que me hayan invitado. La verdad, sientes que fuiste parte de algo muy bueno en estos momentos tan difíciles.
¿Qué tan complicado fue para ti grabar esto desde tu casa?
Pues… de entrada, tu sabrás que no estamos acostumbrados a tener cámaras profesionales en casa. Normalmente tu hogar es para relajarte, y vas al estudio o grabas en un set. Entonces, se volvió algo diferente que nos filmáramos con nuestros teléfonos, y la cuestión de la grabación es muy diferente. Tuve la fortuna de que un vecino muy cercano tiene un pequeño estudio en su casa, y me ayudó a grabar la voz profesionalmente, para enviarla a Erik.
¿Tienes alguna anécdota de esta grabación en casa?
Es muy chistoso decir: “¿De verdad va a servir esto que estoy grabando con mi teléfono, yo solita, poniendo pausa, etc.?” Porque no le sabemos, no somos editores, no somos camarógrafos. Pero fue chistoso, porque efectivamente trataba y se me caía. No salía, y pasaba un ruido, así que probamos varias veces, hasta que por fin quedaron mis partes, y luego fue sorprendente ver cómo cada artista le puso creatividad, y al final me di cuenta de que todos tuvimos pequeños problemas para grabar en casa.
¿Qué le pides a la sociedad en este momento?
Mis respetos para toda la sociedad de México. Se está viviendo una situación muy difícil en todo el mundo. Pero en México no tenemos ayuda como en otros países, donde han apoyado a las familias económicamente. Aquí no, aquí lo está haciendo la misma sociedad. Estoy admirada de que todo México, a pesar de la cuarentena, siga tratando de salir adelante de forma organizada y muy humana, y no se haya vuelto un desastre o un caos, como temíamos todos.
Cada quién, en su pequeño núcleo, está ayudando. Los vecinos de tal lugar ayudan a las personas con menos recursos que viven en las cercanías. Estamos viendo ese tipo de movimientos. Siempre nos pasa a los mexicanos, como cuando ha habido un temblor y todo el mundo se une, saca la casta y ayuda. Es una belleza ver cómo todos nos volvemos uno por México, es muy bello ver eso.
